SOY TODOS LOS HOMBRES QUE HE SIDO.
Y… ¿QUÉ HOMBRE QUIERO SER?
Eso mismo pensaba esta misma mañana cuando
ante mi pasaban todos y cada uno de los hombres que fui: Hijo, niño, hermano,
sobrino, nieto, amigo, adolescente, enamorado, monaguillo, estudiante,
compañero, miliciano, universitario, viajero, aprendiz, ayudante, camarero,
parrillero, hijo del dueño, secretario, enamorado, novio, marido, padre, tío,
cuñado, administrador, autónomo, cocinero, propietario, gerente, inquilino,
recepcionista, separado, divorciado, depresivo, soltero, cuarentón,
descubridor, runner, ansioso, encargado, amante, jardinero, pintor, chofer,
cuidador, enamorado, novio, marido, cuñado, tío… Acompañador, lifecoach y
facilitador.
Tengo la sensación de haber cumplido infinidad
de papeles en mi vida.
Muchos de ellos vienen a ti sin que tú los
pidas, ni te imaginas que cumples con ellos, y con ese papel en la obra que es
la propia vida. Estás tan inmerso en el papel que cumples en la obra, que pasa
por delante de ti a pura velocidad y apenas lo saboreas.
La pregunta es simple: ¿Qué hombre quiero ser
a partir de ahora?
Hay algo que enseguida me viene a la mente: “tranquilidad”. No quiero correr, no me apetecen las prisas. Entonces: ¿Quiero ser un hombre lento? Pues si, algo así… Un hombre tranquilo, feliz consigo mismo y con los que le rodean. Sin buscar la perfección, si no que darle la oportunidad a los detalles de las cosas. A los detalles consigo y con los demás. Un hombre sin prisas. Un hombre valorando la experiencia de aquello que conoce y aprendiendo de aquello que no conoce. Un hombre sincero. Un hombre anhelando saberse y conocerse. Encantado de conocerse. Un hombre satisfecho de conocerse. Pero deseoso de conocerse más…
Oscar
Comentarios
Publicar un comentario